Por: Roberto
R. Acevedo. Periodista Independiente del Movimiento
Cubano Reflexión.
En las últimas
semanas, se publicaron dos cartas abiertas con la autoría de quien suscribe
donde en apretada síntesis doy respuesta a canalladas que el eximio Guillermo
“Coco” Fariñas preparó contra Librado Linares, nuestro líder en el Movimiento
Cubano Reflexión.
El inefable “coco”
no estaba haciendo nada nuevo, todos sabemos que su principal ocupación es
colmar cualquier soporte de tolerante coexistencia con el contexto donde
predominen opiniones que limiten los excesos de su ego.
Para nadie tampoco
es un secreto su mengua en materia de auténtico respeto por el fárrago de
aberraciones políticas, éticas y sicopáticas, que van desde prácticas de
exclusión selectiva hacia quienes considera rivales, hasta la difamación
sistemática, el incidente cotilleo y aquel sucio procedimiento donde recrea
invectivas neuróticas a las que se aferra desesperadamente cuando existe una
vida limpia cerca de su entorno capaz de hacer palidecer sus burbujas.
Criticado por
muchos y soportado simultáneamente en un espiral pasada que lo catapultó nada
menos que el Sajarov de los Derechos Humanos, nuestros compatriotas pagan el
alto precio de militar en la oposición con tradiciones castristas donde el
hombre anula su criterio personal y lo subordina al de las conveniencias
emanadas de una matriz.
Después de 15
minutos de fama generosamente concedida por quienes de buena fe se dejaron
convencer abrumados en la aceptación de informes fríos, venidos de quien si
estaba dispuesto a una tajada del filón mediático, “el coco” se blindó en una
torre de marfil para remitirse a la ocupación de su papel favorito, o decir
quien es opositor, quien no lo es, y en especial, jugar a la mutilación de
todos los que tengan luz propia en la disidencia.
Esa incidencia
política produce náuseas y gracias a Dios hemos llegado al momento en que su
necesidad y mezquindades predecibles no pueden ya encubrirlas sus habituales
mixtificaciones.
Y es que la
verdadera faz de un impostor es la farsa, de ella se retroalimentan sus actos
en la vida. Su incapacidad, la total ineptitud que padece, su condición de
tarado política y cobarde descalificada, lo proyectaran hacia posiciones de
imprecar cuando no existe contenido real en cuanto desea descalificar y carece
de poluciones capaces de apoyar expresiones incompatibles con la realidad.
En el ataque a
Reflexión, a su líder y a quien redacta estas líneas se ufana en mentir sobre
quien ha dirigido el MCR por dos décadas… solo olvida añadir que fue expulsado
deshonrosamente en el pasado donde dio sus primeros pasos cuando se integró
como miembro de filas al activismo opositor y que casualmente de esa ingrata
tarea se ocupó el propio Librado, que entonces como hoy, era el jefe de nuestro
Movimiento.
Desde ese momento
no deja de fraguar indecencias contra Librado que extiende a quienes integramos
el MCR, al parecer uno de los puntos oscuros no muy conocidos del inefable y
vituperado líder del FANTU.
Al señor Fariñas no
le queda otra cosa que sorprenderse, asegura, cuando lee que el MCR se expande
hacia otras regiones con su accionar cívico y nos califica como un minúsculo
club hacia donde se retiran los agentes castristas desclasificados.
Se pregunta que si
Librado y yo no recordamos cuando en el mes de abril del 2014, Normando
Hernández, una figura destacada entre la oposición en el exterior, descubrió un
impresionante desfalco de miles de dólares robados por el circulo que
integraban estos ladrones para el sostén de un periódico publicado por nuestro
movimiento, del cual Roberto Acebedo formaba parte.
Por otro lado no
acepta cuestionamientos sobre su falta de integridad para pertenecer a la
Comisión de Enlace del Foro de Concertación de la Oposición Interna y Nuestros
Hermanos del Exilio, pues solo podría dignarse a responder... “si esta
preocupación fuera emitida por hermanos de lucha con historial (medianamente)
igual al mío”… fin de la cita.
Tampoco acepta que
me refiera al pastor Mario Félix Lleonar Barroso como un hermano de lucha por
su capacidad de comprender la necesidad de construir una Cuba democrática y
prospera, donde los desheredados tengan un futuro mejor.
Dice el señor
“coco” que al pastor lo corroe la autosuficiencia, así como sus contantes y
cada vez más recurrentes necesidades de viajar a fuera de Cuba, cuestiones que
según nuestro controvertido y descerebrado personaje,,, ”le han impedido llevar
a buen término los objetivos para lo cual fue designado.
Califica al MCR sin
liderazgo y definición funcional, así como asegura que el grupo “La Rosa Blanca” es un apéndice nuestro.
Como consecuente
impostor nos lega sus sedimentos falsos y sus escorias de procedimientos ajenos
a la verdad, dándolos como hechos incuestionables por el simple motivo de
haberse concebido en su mente.
Conozco muy bien a
ese fraude total que se llama Guillermo Fariñas, es el resultado de sociedades
amedrentadas, del autoritarismo sin límites dirigido a doblegar la rebeldía y
la opinión personal. Cualquier improvisación puede salir de quienes en sus
manos el control total de pueblos enteros y para ese estado de tiranía del
espíritu se fabrican iconos de barro que sirven como arietes autorizados para
quebrar, denigrándolos con total impunidad, a cualquier personal valiente,
contestaría y capaz de desacreditar el poder colosal que sustenta nuestras
afrentas sin nombre.
Y a Fariñas parece
que le ha sobrado el apoyo de las instituciones represivas cubanas para llevar
a cabo sus flacos servicios a la patria, aunque no le devuelvo la píldora
acusándole de agente castrista consciente pese a otorgarle el papel de
manipulado.
Desde aquí y en
cualquier foro presente y futuro diré lo que eres Guillermo Fariñas, un loco
que recibió alfombra roja y licencia para atacar desde dentro a quienes te
arrogas el derecho de pertenecer como uno de sus iconos, estando en las
antípodas de ser digno acreedor de semejante honor patriótico.
Un incorregible
mitómano incapaz de entender que tus fantasías son solo tuyas y un advenedizo
profesional cuya única probada competencia se reduce al excepcional perfil histriónico
integrado a la personalidad de quienes no son otra cosa que hombres de paja.
Entre el sinnúmero
de sandeces de tu panfletillo, el arsenal de infundadas calumnias te delata. Me
cedes generosamente el don de la ubicuidad cuando en abril del 2014 estoy al
mismo tiempo emparedado en la prisión provincial de Sancti Spirítus, Nieves
Morejón, y apropiándose de miles de dólares donados generosamente por una de
nuestras figuras disidentes con base en el exterior.
Cabría preguntarse
si los que te dictaron ese guion son los mismos capaces de llevarte al desatino
de poner a los compatriotas de La Rosa Blanca como apéndices de Reflexión.
En cuanto a la
escasez de lenguaje que se compensa con la utilización de improperios, el
disparate manido y extemporáneo de tildar a quienes no te siguen por orate como
agentes castristas, resulta rebajarse demasiado responder a quien es tan solo
una pésima caricatura de su sobredimensionada autodesignación como un referente
patrio en nuestra lucha por la liberta
de Cuba.
En fin, cuando
menos resulta sintomático que Fariñas hable con el lenguaje adversario y
certifique que recibimos asistencia desde el exterior para financiar proyectos considerados como
subversivos.
En el lenguaje
argótico cubano a esto se le llamaría de un modo peyorativo por encima del
elegante delator... Se cambiaría por el de chivato.
Las mentiras
imposibles de sostener a ese pobre
alienado actor serian dignas de compasión de no ser enriquecidas por nuestros
adversarios que lo utilizan, con su anuencia o con manipulación inteligente
inducida, y desde luego, ello lo convierte en ente perturbado, disociador y
pernicioso.
Esta respuesta
publica esta animada exclusivamente para desenmascarar a uno de los más
descollantes mentirosos de los que he tenido noticias, pero también se dirige a
los que desean mantenernos desunidos mediante la calumnia y el calculado
escarnio.
Hemos avanzado
mucho en los últimos tiempos y quedo atrás la hora en que devolvíamos la
contundencia de nuestra verdad a las infamias de quienes se ocupan de
acusarnos, haciendo referencias a los muchos agujeros sucios de sus pasados y
presentes. Y en el caso del señor “coco” Fariñas que no vamos a transiciones
nominales, no permitiremos la sustitución de dictaduras.
Seremos libres,
tendremos democracia y Estado de Derecho donde no podrán crecer los rencores,
el caudillismo ni cualquier limitación a la opinión propia.
El coco y sus
maniqueísmos semánticos donde el enemigo es todo lo que no acepte cuanto se le quiera imponer,
deberá modificar su pensamiento de exclusiones o la historia lo barrerá.